Definiciones según la filosofía personalista

  1. Forment (1989). El hombre como persona queda exaltado sobre todos los demás seres, que acaban siendo, por tanto impersonales.
  2. Mounier (1965). Llamamos personalismo a toda doctrina y a toda civilización que afirma el primado de la persona humana sobre las necesidades materiales y sobre los mecanismos colectivos que sustentan su desarrollo.
  3. Otros. Significa obrar de tal manera que el individuo, mediante sus actos, devenga persona, que es así algo que tiene que conquistar para sí mismo y, por tanto, una autocreación. La persona no es un principio o constitutivo esencial, raíz de todas las posibilidades personales. No es el origen de un proceso, sino el fin de una actividad autocreadora totalmente libre. Por el contrario, la educación se tiene que ocupar plenamente de la persona y respetarla en todas las dimensiones partiendo de la base de que todo hombre o mujer, independientemente de sus condiciones o circunstancias tiene per se plenitud de dignidad.

Implicaciones pedagógicas y didácticas

  1. Si consideramos a la persona como principio, ella misma es el origen de sus acciones, libre y, por consiguiente, responsable.
  2. Si consideramos a la persona como resultado sea de factores biológicos o técnicos, difícilmente se le puede atribuir libertad y responsabilidad algunas, ya que la persona humana vendría determinada por tales factores anteriores a ella.
  3. Skinner (1977). Es necesario abolir al hombre como esencia, como autonomía, refugio de la ignorancia antropológica de la historia, para empezar a comprender la complejidad de la conducta de cada hombre condicionado por sus múltiples y sutiles contingencias históricas.
  4. La persona es algo más que sus relaciones. En el fondo, todo proceso o concepción intelectual que de alguna forma fomente un pensamiento idéntico en todos los miembros de la sociedad, considerando a la persona exclusivamente desde su condición de miembro de un grupo, dificulta que la persona camine hacia su completa realización; la educación puede convertirse fácilmente en un medio de adoctrinamiento al servicio de la política o de cualquier otro grupo cerrado que impida, o dificulte, el libre desarrollo humano de sus miembros. Para lograr avances significativos en la plenitud humana es necesario ser capaz de crear y mantener un rico tejido social.

 

Relativismo o naturalismo

 

Es necesario afirmar, proteger y promover el derecho de toda persona  a tener sus propias opiniones aprovechando todas las ocasiones posibles  para que los educandos, hijos o alumnos aprendan a pensar por cuenta propia huyendo de todo tipo de adoctrinamiento despersonalizador.

 

Una condición para que la persona que se está educando alcance un grado adecuado de desarrollo personal posible parece ser la aceptación de la realidad que, demasiadas veces, se ve sustituida por meras opiniones no contrastadas. Frente a esto tenemos dos posturas contrapuestas:

  1. Relativismo (la realidad es cosa de fe o constructivismo)
    1. Paul Watzlakick (1981). Real es al fin y al cabo lo que es denominado real por un número suficientemente grande de hombres. En este sentido extremo, la realidad es una convención interpresonal.
    2. Humberto Maturana y Francisco Varela. Todo lo dicho es dicho por alguien (…) Una explicación siempre es una proposición que reformula o recrea las observaciones de un fenómeno en un sistema de conceptos aceptables para un grupo de personas que comparten un criterio de validación. El observador se encuentra a sí mismo como fuente de toda realidad. Los hechos no tienen peso propio. Las conductas, los fenómenos y los objetos, no poseen de suyo un valor o un sentido. No hay una relación forzosa, obligada o natural, entre los hechos y la significación que adoptan en un contexto particular.
  • Para el constructivismo la realidad es una construcción humana y social, de modo que toda observación remite inevitablemente a las cualidades del observador y a las distintas interacciones comprometidas. Defiende que no hay base para sostener la existencia de una verdad idéntica para todos, inmutable y eterna, de modo que sólo podemos tratar con el mundo de la experiencia como la única realidad efectivamente accesible. Verdadero o falso son atribuciones relativas. La tarea es buscar colectivamente la mejor solución, aunque no sea posible alcanzar la verdadera, pues todas son relativas. Así se crean acuerdos y se postulan valores, que sin ser definitivos, mantienen un alto significado dentro de las condiciones en que se han creado. El observador se encuentra a sí mismo como fuente de toda realidad. Los hechos no tienen peso propio. Las conductas, los fenómenos y los objetos, no poseen de suyo un valor o un sentido. No hay una relación forzosa, obligada o natural, entre los hechos y la significación que adoptan en un contexto particular.

El relativismo de hoy- afirma Yepes (2001) – está en parte fundado sobre un falso dilema entre una supuesta verdad absoluta y la libertad. La verdad auténtica es universal, pero no absoluta. Son dos cosas completamente distintas: La primera es una verdad acumulable por muchos, porque pertenece a todos.

  1. Realismo

El realismo consiste en la afirmación de una realidad que existe en sí y que no es, por tanto, simple proyección del sujeto cognoscente, Se trata de actitudes y afirmaciones que son naturales y espontáneas en el espíritu humano.

El constructivismo confunde el qué con el cómo. Una cosa es la realidad y otra cómo yo la percibo. Lo que ocurre es que el relativismo es muy cómodo: con él todos tenemos razón en lo que pensamos, aunque no pensemos lo mismo. En consecuencia, todo lo que me apetece lo hago, pues esa apetencia es un valor para mi, aunque muchas de esas acciones vayan en contra de mi naturaleza y no me den la felicidad que, en última instancia es lo que mi ser me pide.

Fuente: Educación personalizada: principios, técnicas y recursos. Bernardo Carrasco (Coord.)

Paula Lara Domínguez

Docente y traductora 

paulalaradominguez@gmail.com

(+34) 655301305

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