Hasta hace no mucho tiempo el aprendizaje era algo difícil de adquirir y los expertos eran personas que habían acumulado una cantidad considerable del mismo. Estos días, hay tanto conocimiento a nuestro alcance que corremos el riesgo de perdernos en medio de la marabunta. El dicho reciente que anima a “sentirse bien aún cuando no se sepa todo” es del todo acertado con la existencia de lo imposible y lo incierto que propone la teoría de la complejidad, y también con la necesidad de estar al corriente de la nueva información que mana constantemente de diferentes fuentes. Hoy en día entendemos por experto a aquella persona que sabe acceder al conocimiento de manera eficiente y juiciosa y que puede establecer vínculos conceptuales entre áreas del conocimiento entre las que aparentemente no había conexión. A menudo, el conocer las relaciones entre las cosas es más útil que el conocimiento sobre las mismas. Los curricula tradicionales, basados en una taxonomía simplista y acotada de las disciplinas que se centra en el conocimiento de sucesos, a menudo presenta contenidos que no ayudan a los estudiantes a entender las relaciones entre las partes, y sin este entendimiento de las interacciones entre las partes y las relaciones entre las mismas difícilmente se puede aplicar el aprendizaje a un contexto único.

Un sistema educativo que haga uso de su conocimiento de los sistemas complejos ayuda a crear las ya nombradas capacidades del ser humano. El contexto actual está formado por problemas confusos, complejos y únicos cuya solución está relacionada con el contexto. Dicho contexto y las interacciones sociales son componentes vitales del aprendizaje de los adultos, quienes necesitan saber por qué tienen que aprender algo y lo aprenden mejor cuando el tema es de valor y relevancia inmediatos. Esto es particularmente cierto en contextos cambiantes en los que la capacidad implica la habilidad de cada uno para solucionar los problemas- entender la situación en su conjunto y priorizar asuntos para posteriormente integrar y dar sentido a un gran conjunto de datos provenientes de otras muchas fuentes para dar una solución. La resolución de problemas en un entorno complejo implica en consecuencia unos procesos cognitivos similares al comportamiento creativo.

Paula Lara Domínguez

Docente y traductora 

paulalaradominguez@gmail.com

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